El mismo comenzó con una recha negativa que, en primera instancia, alejó a Independiente del ascenso, desencadenando un nuevo clima de crisis, manifestaciones de hinchas contra los dirigentes, y la renuncia del presidente Cantero, quedando su cargo en manos de un interinato. A partir de allí el Rojo entró en una senda de victorias y terminó el primer semestre en puestos de ascenso.