En el partido desempate jugado en el Estadio Centenario resultaron victoriosos los Diablos Rojos por 2-1 con un gol de Giachello en el tiempo suplementario, coronándose campeón de América por cuarta vez en su historia y es aquí donde se convierte en el máximo ganador de la Copa Libertadores, camiseta belgica récord que sostiene aún hoy. En la final llegó una revancha contra Boca luego de la final perdida de 1989. Los xeneizes empezaron ganando en la Bombonera, pero dos goles de Sebastián Rambert, uno para sellar el empate, y otro para triunfar en el partido de vuelta, le alcanzaron para levantar la copa por primera vez.