Un consumidor es una persona que encuentra un beneficio económico y funcional en tu producto o servicio. Ante todo, un concepto que tienes que tener muy claro es la diferencia que existe entre un aficionado y un consumidor. Por ejemplo, si temas como la ecología o la protección animal están en el centro de tu actividad y son de vital importancia para tu empresa, intenta encontrar socios que compartan la misma visión.